Sí o sí habrá recuperación verde. Europa centrará sus esfuerzos y al menos un billón de euros en inversiones tras el impacto del COVID-19 en renovables, hidrógeno, movilidad limpia y rehabilitación de edificios. La hoja de ruta de la Unión Europea se dará a conocer el próximo 27 de mayo, pero esta misma semana, se filtraba un documento de trabajo a ‘Euroactiv’ en el que se aclaraba las líneas estratégicas del mismo.

En el capítulo renovable, el plan de recuperación propone centrarse en las energías renovables y el hidrógeno en paralelo, prioritarios para la UE para el reto de la descarbonización. Y aunque las industrias limpias han demostrado ser más resistentes que los combustibles fósiles durante la crisis de COVID-19, las cadenas de suministro se han visto seriamente afectadas, y se espera que los mercados de energía solar y eólica se reduzcan en un 20-33% este año, dice la Comisión.

Por este motivo, el plan de Europa incluye objetivos para evitar un frenazo. Entre ellos, figura un esquema de licitación de la UE para proyectos de electricidad renovable por valor de 15 GW durante 2 años, con una inversión de capital total de € 25 mil millones. Apoyo a planes nacionales con 10.000 millones de euros durante dos años, mediante cofinanciación del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

En España, tras el impacto del COVID-19 hay una “ola verde” para apoyar una recuperación en términos medioambientales. Esta misma semana, ha surgido una nueva iniciativa. Se trata de un manifiesto apoyado por casi 250 personas y empresas que se ha enviado al Congreso de los Diputados en el que apoyan una recuperación hacia una economía más sostenible y robusta, y demandan de igual forma el establecimiento de alianzas entre partidos políticos, empresas, sindicatos, medios de comunicación, ONGs y sociedad civil para apoyar e implementar un paquete de estímulos sostenibles, basado en el mejor conocimiento científico y en las mejores prácticas, que permita avanzar hacia una sociedad más próspera, sostenible, saludable y resiliente.