Nueva inyección en la Unión Europea para cumplir con el Acuerdo de París La pasada semana la Comisión Europea fijó una tasa del 32% de energía renovable para el horizonte temporal de 2030. El acuerdo se acerca al 35% para cumplir con el Acuerdo de París, aunque está por debajo. La letra pequeña incluye una cláusula de revisión al alza en 2023. El documento pactado también prohíbe, recoge Abc, el denominado “impuesto al sol” hasta 2026 aunque a partir de esa fecha pueda introducirse algún tipo de tarifa. Otra de los aspectos que se encaminan para acelerar la transición energética es el compromiso de lograr una tasa del 14% de energía renovable en el sector del transporte para 2030 con lo que se prevé que se potencie el vehículo eléctrico.

En este marco, las negociaciones entre responsables del Parlamento europeo, el Consejo y la Comisión Europea fracasaron en el capítulo de la eficiencia energética aunque se acercaron posturas. España con la recién ministra del área, Teresa Ribera, exigía un compromiso más ambicioso: al menos un 34% de renovables para 2030 respecto al 27% con el que se partía, mínimo que fija la Agencia Internacional de Renovables (Irena) para que Europa pueda cumplir el Acuerdo de París. En eficiencia, España abogó por establecer el objetivo más elevado que se baraja: un 33% en 2030 respecto al 30% de partida. El giro de 360 grados de la política ambiental de España allana el camino para que Europa apueste por compromisos más ambiciosos, recoge Retema (Revista Técnica de Medio Ambiente) y frenar el cambio climático. España también apuesta por prohibir el “impuesto al sol”, de igual forma, que cualquier traba para el autoconsumo.

 

Soplo de aire fresco en el Ministerio de Medio Ambiente