España es la segunda potencia europea en el sector eólico y quinta mundial, según los datos publicados por la patronal europea del sector Wind Europe. España sigue a la cabeza a pesar del freno político que ha sufrido y que deja cifras tan llamativas como la destrucción de empleo. Nuestro país generó 41.500 empleos en 2008 mientras que diez años más tarde cayó a la mitad, 22.500. También en este tiempo las instalaciones de nuevos parques se paralizaron. Por ejemplo, en 2016-2017 sólo se sumaron 104 MW mientras que en 2015, nada. Según lo datos recogidos por la revista Reve, España reúne a término de 2018 una capacidad de 23 GW que cubre el 18% del suministro eléctrico del país. Nuestro país a pesar de su buena posición deberá duplicar esta cifra en los próximos años si quiere cumplir con los compromisos vinculantes del Acuerdo de París. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima prevé para el año 2030 una potencia total instalada en el sector eléctrico de 157 GW, de los que 50 GW, serán energía eólica.

China y Estados Unidos, líderes mundiales

Los datos de la confederación europea revelan que Alemania con 59,3 GW es la primera potencia europea en el sector del viento. Si Europa instaló 11,7 GW de energía eólica, Alemania concentró el 29% de esta capacidad con 3,4 GW, de los cuales, 2,4 GW son de tierra y un poco menos de 1 GW en el mar. Por delante del país germano, encabezan el ranking mundial China y Estados Unidos. El gigante asiático alberga una potencia de 221 GW, y cuenta con el parque terrestre más grande del mundo, en la provincia de Gasu con una capacidad de 7.965 MW. Estados Unidos ocupa el segundo lugar del mundo con 96,4 GW, la mayor parte de eólica terrestre. Seis de los diez parques eólicos terrestres más grande del mundo se encuentran allí. Entre ellos, el Centro de Energía Eólica en California, el segundo parque eólico terrestre más grande del mundo con una capacidad de 1.548 MW, el Parque Eólico de Shepherd’s Flata en Oregon (845 MW) y el Parque Eólico Roscoe en Texas (781,5 MW).

 

Hacia una Europa más renovable