El pasado fin de semana celebramos el quinto aniversario del Acuerdo de París. Cinco años que no han servido para resolver aún asignaturas pendientes si se quiere cumplir con el compromiso de limitar el avance del calentamiento global por debajo de los 2ºC y hacer esfuerzos para no superar los 1,5ºC sobre los niveles preindustriales. La Organización Mundial de Naciones Unidas (ONU) hace un llamamiento en este sentido. En su informe, ‘Brecha de Producción 2020’, la ONU estima que de no disminuir los países su producción en combustibles fósiles un 6% anualmente, no se podrá limitar la temperatura del planeta en 1.5°C, cifra establecida en el Acuerdo de París.

Para limitar el calentamiento global en 1,5°C o muy por debajo de 2°C, como lo exige el Acuerdo de París, el mundo necesita reducir la producción de combustibles fósiles. En cambio, los gobiernos continúan planeando producir carbón, petróleo y gas muy por encima de los niveles consistentes con los límites de temperatura establecidos en el acuerdo climático, destaca la ONU. El informe, lanzado por primera vez en 2019, mide la discrepancia entre los planes de producción de combustibles fósiles de los países y los niveles necesarios para limitar el calentamiento global a 1,5 °C y 2 °C, y concluye que esta brecha sigue siendo grande: en 2030 los países planean producir 120% más combustibles fósiles de lo que sería consistente con el objetivo de 1,5°C”.

Sobre la nueva situación que ha generado la pandemia de COVID-19, sostienen que las medidas de respuesta asociadas han introducido nuevas incertidumbres. “Si bien la producción mundial de combustibles fósiles disminuirá drásticamente este año, las medidas de estímulo y recuperación de los gobiernos darán forma a nuestro futuro climático: podrían impulsar un retorno a las trayectorias de producción anteriores a la COVID-19, lo cual garantizará una alteración climática severa, o podrían preparar el escenario para la reducción de los combustibles fósiles como parte de un esfuerzo para reconstruir mejor”, explican.