La energía eólica cuenta con el apoyo de la población española. Según una encuesta realizada por el sector eólico, el 86% de los españoles considera la energía del viento como una fuente necesaria para avanzar en la transición ecológica. También más de ocho de cada diez españoles cree que incrementar el peso de las energías renovables ayudaría al país a lograr la independencia energética, se muestra favorable en la construcción de nuevos parques eólicos y percibe que la eólica ayuda a la reducción del precio de la electricidad.

 

Para Juan Virgilio Márquez, CEO de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), entidad que ha realizado la encuesta junto al movimiento ciudadano “Vientos de Futuro”, estos datos muestran que “el consenso social para el desarrollo de la eólica es fundamental. Los resultados de esta encuesta reflejan que una amplia mayoría de la población española está a favor de la eólica como tecnología para producir electricidad barata y no contaminante en nuestro país”. Los españoles aseguran que la energía eólica es su preferida y junto a la hidráulica, la que menos perjudica al medio ambiente. Piensan, además, que es la energía en la que más se debería invertir pero sin embargo se percibe como la energía que menos se usa en España y la segunda que menos puestos de trabajo genera. Pocos saben los beneficios que aporta a la sociedad, como que es la energía que más aporta a la generación de electricidad.

Sí que reconocen que la energía eólica es una aliada fundamental para luchar contra la ausencia de población de las zonas rurales, pues es vista como la fuente de energía que más oportunidades ofrece a la España vacía y como la que produce electricidad más barata. Según el trabajo, el 82% considera que la energía del viento como una oportunidad para el medio rural contra la despoblación. Márquez destaca que los parques eólicos tienden a localizarse en municipios en los que la población es baja, “contribuyendo a fijar población”, expresa. Asimismo, “coexisten con actividades fundamentales para el desarrollo económico y social del entorno como son la agricultura, la ganadería, la pesca o el turismo, y en ningún caso las sustituyen”, aclara.

Más eólica, menos dependencia energética