El mes pasado ha entrado en vigor el Decreto Ley de Ahorro Energético, una normativa nada popular que por primera vez restringe el uso de aparatos de climatización. El Decreto limita temperaturas a 27 grados en verano y a 19 grados en invierno, en locales de ámbito administrativo, comercial, cultural, de restauración o de transporte; y el apagado a partir de las 22:00h de escaparates comerciales y edificios oficiales que estén ocupados. Con esta norma, el Gobierno busca contener un 7% el gasto de energía, como se ha acordado con Bruselas, frente al aumento de precios y el riesgo de que en otoño se hagan reales las amenazas de Moscú de un corte de suministro de gas a Europa.
El desarrollo de las renovables, clave en la Transición Energética, es ahora si cabe más urgente. Según los datos publicados por la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), el déficit energético de los cuatro primeros meses se ha multiplicado por 2,5, pasando de 6.400 millones de euros en 2021 a 16.100 millones de euros en 2022. Por hacer una comparativa, el déficit total de la economía española en 2020 fue de 13.422 millones de euros. En los primeros cuatro meses de 2022, el déficit energético superó al del total de la economía española en 2020. La economía nacional debe reducir su exposición a decisiones de terceros y, para conseguirlo en el ámbito económico, solo cabe apostar por el ahorro energético y la aceleración de la implantación de renovables.
La asociación de renovables anima al Ejecutivo a dar pasos decididos en la incorporación de más energía renovable al sistema, algo que se puede conseguir a corto plazo con medidas que, en muchos casos, no tendrían coste para el sistema. Entre ellas figura, evitar el vertido de energía primaria de origen renovable de las centrales actualmente en operación; la aceleración de la tramitación de las instalaciones renovables con los gestores de red; la extensión de las concesiones de agua para las centrales minihidráulicas o un cambio en la normativa que permita el vertido de excedentes de autoconsumo a instalaciones que actualmente no pueden hacerlo. “Permitiría disponer de más energía renovable en el corto plazo sin ningún coste”, destacan.