Muchos consumidores se preguntarán por qué el precio de la electricidad es ahora tan elevado. Cerraremos 2021 como el año con la luz más cara y esto se debe a el precio que alcanza la energía en los mercados mayoristas. Pero por qué alcanza estos valores. Como cualquier otro mercado, el de la electricidad, se rige por la ley de la oferta y de la demanda, y aunque hay múltiples factores de cómo se fija el precio, es precisamente este tan básico el que ha producido que hayamos batidos récords históricos en el último verano, superando incluso los 170 euros en máximos diarios.

España no es autosuficiente en la generación de electricidad. Debe importar energía. Debido a tensiones geopolíticas el precio del gas natural se ha disparado,  estas circunstancias unido a que se ha tenido que poner a funcionar las centrales de ciclo combinado en los picos de demanda, ha obligado a pagar más derechos de emisión de carbono. Todo supone un aumento en el precio que repercute en la factura final de los consumidores.

Para romper con la dependencia energética y las fluctuaciones al alza en los precios, la única vía es que España sea autosuficiente. Con el cierre de las nucleares a la vuelta de la esquina, España deberá impulsar las energías renovables para lograr el objetivo del autoabastecimiento. Dentro de sectores de energías limpias, como el del eólico sostienen, además, que la energía del viento es esencial para bajar el precio de la luz. Permite que el precio por kWh de la electricidad sea más barato. Esto se debe a que generar electricidad con eólica tiene un coste bajo y, por tanto, su precio de venta es más económico. Según datos de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), si en España no hubiese 27.446 MW eólicos que proporcionan energía limpia y autóctona a los consumidores, el precio del mercado eléctrico hubiese sido 5,26 euros/MWh más alto en 2020.