Las medidas adoptadas para frenar el cambio climático surgen efecto. Si la semana pasada se anunció una disminución de la contaminación en Europa, esta semana la Comisión Europea ha dado a conocer el informe anual de situación sobre la acción por el clima que apunta a una disminución generalizada de las emisiones de CO2. Las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE-27 disminuyeron un 3,7% en 2019 con respecto a 2018 mientras que el PIB creció un 1,5%. Las emisiones se han reducido en un 24% en comparación con los niveles de 1990. Las principales razones de esta bajada se deben al sector energético cuya caída de las emisiones alcanzó el 15% gracias a la sustitución de la producción eléctrica a partir del carbón por otras fuentes como las renovables.

El vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea responsable del Pacto Verde, Frans Timmermans,  señala que estos datos muestran que es posible reducir las emisiones y hacer que crezca la economía. No obstante, es un reflejo también de que se deben intensificar las políticas para alcanzar el objetivo de neutralidad climática de aquí a 2050. “La transición es viable si mantenemos nuestro compromiso y aprovechamos las oportunidades de la recuperación para relanzar nuestra economía de una manera más verde y más resiliente, y crear un futuro saludable y sostenible para todos”, sostiene.

Dentro de las reducción generalizada de las emisiones en los países miembros de la UE, España con una bajada del 27% es junto a Grecia, Dinamarca, Italia y Rumanía donde más han disminuido las emisiones desde 2005 hasta 2019. También es cierto que España venía de un camino donde no había hecho los deberes porque si retrasamos la fecha a 1990, España presenta en ese periodo un incremento del 13%, tendencia que ha cambiado en los últimos años. En el cómputo total, los estados miembros que más han reducido las emisiones desde 1990 han sido Estonia (62%), Lituania (57%) y Rumanía (55%).