Objetivo Europa: neutral en emisiones de CO2 en 2050
La cumbre del clima (COP25) celebrada en Madrid ha sido el telón de fondo para la presentación de informes con datos que apuntan a la misma dirección: la urgencia de acometer medidas para mitigar los efectos del cambio climático. También durante esta semana y en paralelo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha presentado el borrador de las medidas que la Unión Europea quiere implementar con un objetivo: convertirse en el “primer continente climáticamente neutro en 2050”, es decir, no generar más emisiones de CO2 de las que se pueden absorber. Para ello, Europa dispondrá de 100.000 millones de euros.
El Pacto Verde Europeo como se llama a la hoja de ruta presentada incluye retos más ambiciosos que los fijados hasta ahora como incrementar los objetivos de reducción de emisiones contaminantes de la UE en 2030, del 40 al 50%. La transición energética tan necesaria vendrá acompañada de un cambio radical en la forma de consumir. “El pacto verde es nuestra nueva estrategia de crecimiento, un crecimiento que aporta más de lo que consume. Muestra cómo transformar nuestro modo de vivir y trabajar, de producir y consumir para que vivamos de una forma más sana y nuestras empresas sean innovadoras”, aseguró Von der Leyen, y recoge ’20 minutos’.
El documento recoge, entre otras actuaciones según informa la Asociación Empresarial Eólica (Aee), un nuevo plan de economía circular en marzo de 2020. Incluirá una política de producto sostenible con “recetas sobre cómo hacemos las cosas” para utilizar menos materiales y garantizar que los productos puedan reutilizarse y reciclarse. Se impulsará la renovación de los edificios, una nueva estrategia forestal y medidas para combatir la contaminación del suelo y el agua, y una agricultura más verde y saludable. Se fomentarán los vehículos eléctricos, los puntos de recarga y combustibles alternativos sostenible, y se plantea un impuesto fronterizo de carbono. A medida que Europa aumenta sus ambiciones climáticas, la idea es que el resto del mundo también juegue su papel. Europa protegerá a su industria contra la competencia que haga dumping medioambiental.
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