El día 14 de febrero celebramos dos efemérides, por un lado, San Valentín, una jornada que aunque con raíces cristianas, ahora es una celebración también pagana que conmemora la afectividad y el amor. Y en este día, que se rinde homenaje al amor, celebramos el Día Mundial de la Energía. En 1949, se instituyó esta conmemoración con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la importancia de hacer un uso responsable y eficiente de los recursos energéticos y que estos procedan de las fuentes limpias y renovables.

Según el Centro Nacional de Educación Ambiental, la generación de energía por fuentes no renovables (petróleo, carbón y gas) provoca graves impactos negativos en el medio ambiente y es la causa de los principales problemas ambientales que aquejan al planeta. El consumo de energía no es la única causa de la contaminación, pero sí está directamente relacionado con las emisiones de gases o efecto invernadero (GEI) vinculados al Cambio Climático.

Si cambiásemos nuestro modelo de consumo, por uno sostenible, las ventajas serían numerosas. Por ejemplo, recoge la revista ‘The conversation’, si los nueve países que más emisiones generan logran cumplir los objetivos del Acuerdo de París, para 2040 se evitarían 1,6 millones de muertes debido a la mejora de la calidad del aire. Esta predicción procede de un estudio recién publicado en ‘The Lancet Planetary Health’ cuyos autores han analizado los beneficios para la salud que se podrían alcanzar si los estados (Brasil, China, Alemania, India, Indonesia, Nigeria, Sudáfrica, Reino Unido y Estados Unidos) ponen en marcha planes climáticos suficientemente ambiciosos.

Aunque todavía queda mucho camino por recorrer, la dirección que han tomado los países con la implicación creciente de los ciudadanos es la correcta. Como muestra, las energías renovables han superado a los combustibles fósiles para convertirse en la principal fuente de electricidad de la UE por primera vez en 2020. Los artífices del hito han sido la energía eólica y solar. Ahora falta fortalecer un compromiso global para llegar a los objetivos marcados en el Acuerdo de París, aún muy lejos.

#FelizDíaMundialdelaEnergía