La población mundial llegará a los 9.600 millones de personas en 2050. Si es así y se cumplen todas las previsiones, se podría necesitar el equivalente a casi tres planetas para proporcionar los recursos naturales necesarios para mantener los estilos de vida actuales. Tendremos que adaptarnos a un nueva forma de consumir. Un consumo sostenible y responsable en todos los aspectos de nuestra vida. El reto 12 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización Mundial de Naciones Unidas (ONU) trata sobre la necesidad urgente de cambiar nuestros modelos de consumo. Según la ONU, la crisis actual es una ocasión para dar un giro de 180 grados a nuestros hábitos de consumo. «Es una oportunidad para llegar a cabo un cambio profundo y sistemático hacia una economía sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta», destacan.

Para la organización mundial, la aparición de la COVID-19 ha enfatizado la relación entre las personas y la naturaleza, y ha revelado los prinicipios fundamentales de la disyuntiva a la que nos enfrentamos continuamente; los seres humanos tienen necesidades ilimitadas, pero el planeta posee una capacidad limitada para satisfacerlas. Tenemos que intentar comprender y valorar los límites hasta los que podemos presionar a la naturaleza antes de que su impacto sea negativo. Dichos límites se deben reflejar en nuestros patrones de consumo y producción. «La COVID-19 puede servir de catalizador para un cambio social. Debemos reconstruir mejor y cambiar nuestro patrones de consumo y producción hacia uno más sostenibles», resaltan.