Esta misma semana una imagen de un oso polar desnutrido y moribundo daba la vuelta al mundo. Los periodistas Paul Nicklen y Cristina Mittermeier mostraban en la cuenta de National Geographic de Instagram la agonía del animal. El vídeo grabado en la Isla de Baffin es un espejo de las consecuencias tangibles del calentamiento global. Para los incrédulos y los que cuestionan aún el cambio climático, algunos datos son irrefutables: la Tierra ha vivido desde 1981 los 20 años más calurosos de su historia. Las temperaturas no han dejado de crecer desde 1880 y de una forma más rápida desde 1970, recoge el diario ‘La Vanguardia’.

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