Un árbol de unos 20 años absorbe anualmente el CO2 que emite un vehículo al año que recorre entre 10.000 a 20.000 kilómetros. Esto supone entre 10kg y 30kg de CO2 al año en función del tipo de árbol. Por ejemplo, un pino maduro puede llegar a absorber hasta 50 toneladas de CO2 al año. En España, los árboles absorben el 20% de las emisiones anuales. A pesar de su importancia para el ecosistema, son alarmantes las cifras de la desaparición de grandes superficies arbóreas por los procesos de deforestación generados por el hombre de manera indiscriminada y por cuestiones climáticas como las sequías. Se estima que se pierden al año 16 millones de hectáreas anuales.

Datos de la Aquae Fundación reflejan que la acción humana ha destruido ya cerca del 78% de los bosques primarios del planeta y el 22% restante ya se ha visto afectado por la extracción de madera. La eliminación de estos entornos posee un efecto devastador no sólo para el medio ambiente sino también para la biodiversidad y la pérdida de miles de especies que están al borde de la desaparición. Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), cada año perdemos 4,7 millones de hectáreas de bosques.

Para concienciar sobre la importancia de los árboles en la vida del planeta y frenar la situación celebramos el 28 de junio el Día Internacional del Árbol. Es necesario implementar soluciones sostenibles para equilibrar la restauración forestal, frenar la deforestación y acabar con la explotación ilegal de los bosques. La gestión sostenible de los bosques contribuirá también a la seguridad alimentaria, la reducción de la pobreza, el desarrollo económico y el uso racional del territorio. Para lograr bosques sostenibles, cada individuo deberá tener en cuenta los procesos de sostenibilidad desde la responsabilidad del consumo.