Continuamos contándoos los diez principios con los que Altertec se ha comprometido tras su unión al Pacto Mundial de la ONU por la sostenibilidad empresarial, una declaración, y no sólo de intenciones, dado que las empresas que estamos aliados adquirimos responsabilidades fundamentales en materia de derechos humanos, trabajo, medioambiente y lucha contra la corrupción. Altertec, se compromete así, a incorporar diez principios en nuestras estrategias empresariales, para cumplir responsabilidades básicas con las personas, el planeta y nuestra forma de hacer negocios, lo que nos ayudará a asentar las bases para el éxito a largo plazo.

Seguimos hoy con el bloque de las normas laborales, que sostiene cuatro principios. El tercero de ellos establece  el compromiso de las empresas a apoyar la erradicación del trabajo infantil. El término de trabajo infantil es una forma de explotación que constituye una violación de los derechos humanos y es reconocido y definido por organismos internacionales. A menudo se produce a causa de las presiones que ejercen la pobreza y el desarrollo insuficiente, y existe tanto en la economía legal como en la ilegal; siendo en este último caso donde se encuentran las peores formas de explotación infantil.

Sgún recoge la ONU, el Convenio Nº 182 de la OIT, complementario de la Convención 138, exige a los gobiernos a dar prioridad a la eliminación de las peores formas de trabajo infantil llevadas a cabo por todos los niños menores de 18 años. Las cuales se definen como:

«Todas las formas de esclavitud – incluyendo el tráfico de niños, la servidumbre por deudas, trabajo forzoso y obligatorio, y la utilización de niños en los conflictos armados; La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, la producción de pornografía o actuaciones pornográficas; La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para actividades ilícitas, en particular la producción y tráfico de drogas; y Trabajo que es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños como consecuencia de su naturaleza o las circunstancias en las que se lleva a cabo», detallan.

El trabajo infantil priva a los niños de su infancia y de su dignidad. Muchos de los niños trabajan largas jornadas sin ser retribuidos o a cambio de salarios mínimos, a menudo en condiciones que ponen en peligro su salud y su desarrollo físico y mental. Se les priva de una educación y pueden llegar a ser separados de sus familias. Los niños que no completan el ciclo de educación primaria tienen más probabilidades de permanecer analfabetos durante toda su vida y no llegar a adquirir nunca los conocimientos necesarios para conseguir un empleo y contribuir al desarrollo de la economía moderna. Consecuentemente, el trabajo infantil genera trabajadores sin formación, no cualificados y pone en peligro el desarrollo de los conocimientos de la mano de obra.