Las renovables empiezan a recuperar el tiempo perdido tras el techo de cristal impuesto por la regulación normativa. Las últimas estadísticas publicadas reflejan que la industria española adquiere fuerza en mercados internacionales y se posiciona como un sector clave para la economía de la transición. Dos datos corroboran esta dirección: España es la tercera del mundo en ingresos netos por exportaciones en el sector eólico y la inversión española en energía limpia creció durante el primer semestre un 235% mientras que la caída global fue del 14%.

 

La posición privilegiada de la actividad eólica en exportaciones responde a la industria y a su cadena de valor. Con 207 centros de fabricación distribuidos casi por todo el mapa nacional, en 16 de las 17 comunidades autónomas, el mercado global de la energía eólica supondrá unas inversiones de 5,3 billones de dólares de aquí a 2050, según datos de la organización BloombergNEF (BNEF) que recoge en un artículo el director de Políticas Energéticas y Cambio Climático de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Heikki Willstedt, para la revista ‘Energías Renovables’.

 

Otro de los indicadores de BNEF, muestra que las industrias renovables en España suponen un activo estratégico de gran potencial y largo recorrido. España presentó el mayor crecimiento en Europa con 3,7 mil millones de dólares, recoge ‘EnergyNews’. Cerca de la subida española figura el mercado sueco con un incremento del 212% y 2,5 mil millones y Ucrania con 1,7 mil millones que suponen un 60% de ascenso. En el lado contrario, se encuentran mercados como el de los Países Bajos que bajó un 41% con 2,2 mil millones; Alemania con un descenso del 42% con 2,1 mil millones, y Reino Unido y Francia, con un 35 y un 75% menos, y 2,5 mil millones y 567 millones, respectivamente.