Esta semana llegaban buenas noticias para los consumidores. Las noticias sobre la luz siempre tienden a ser de subidas, pero esta vez no. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha propuesto bajar de media un 3% el recibo de la luz para consumidores domésticos y del 6% para consumidores industriales. Competencia plantea que el coste de las redes entre consumidores se haga en función de la energía y la potencia que se consuma, una ampliación de la discriminación horaria y programa que la energía sea más barata en las horas valle para facilitar el uso de los coches eléctricos. Las circulares con estos planteamientos recoge que los peajes de transporte y distribución de las eléctricas bajen entre un 6,8% y un 13,4% entre 2020-2025. Los peajes suponen en torno al 32% del recibo de la luz y la propuesta prevé reducirlo al 25%.Los peajes son la contribución que les corresponde pagar a los consumidores para cubrir los costes que incurren las eléctricas por las actividades de transporte y distribución. La retribución que reciben las compañías de electricidad se eleva en conjunto a 7.000 millones anuales.

El proyecto de circular, recoge ‘El País’, establece una metodología para determinar el cálculo anual de los peajes y su reparto entre los distintos tipos de consumidores. «En concreto, se distribuirá entre los consumidores; los autoconsumidores por la energía demandada de la red y por la energía autoconsumida en el caso de instalaciones próximas; las instalaciones de generación por sus consumos propios y los intercambios de energía eléctrica que se realicen con destino en países no miembros de la Unión Europea». En cuanto a la ampliación de la discriminación horaria, sostiene que los consumidores podrán conocer con mayor precisión los precios para incentivar un consumo eficiente y, en consecuencia, un uso más eficiente de las redes evitando inversiones innecesarias en el contexto actual de electrificación de la economía. El objetivo es que el consumidor conozca de forma transparente la determinación de sus peajes de transporte, su reparto entre los distintos tipos de consumidores y cuánto supone el coste de las redes en su factura total de electricidad. Para ello se ha utilizado el principio de causalidad de los costes de redes, de forma que cada peaje se calcula en función de los factores que inducen el coste de las redes de transporte y distribución, en concreto, la demanda de diseño de cada nivel de tensión.