Las renovables atraen a las grandes empresas con ingresos anuales de más de cien millones de dólares en todo el mundo. Tanto en inversiones como en su utilización, la industria ha caído rendida ante la sostenibilidad. Ventajas económicas y obligaciones futuras, han supuesto que aumente el interés de las compañías por la descarbonización, la descentralización, las inversiones en energías verdes y la reducción de los gases de efecto invernadero. Así lo asegura un informe de Schneider Electric, que recoge ‘La Vanguardia’, y que revela que las empresas exploran nuevas soluciones energéticas. Entre ellas figura, la implementación de energías renovables o la compra de energía verde a terceros.

Según el trabajo de la eléctrica, el 52% de las empresas tiene renovables en sus propias instalaciones y el 40% ha contratado renovables a otras compañías. Una de las vías que más crece son los conocidos como PPA o contratos de compraventa de energía entre generador y comprador. Esta posibilidad permite a las compañías comprar la electricidad a promotores que construyen parques eólicos y que venden directamente la energía generada a unos precios inferiores a los del mercado. De esta forma, los promotores se garantizan unos ingresos con los que poder financiar sus proyectos y los compradores fijan sus costes de aprovisionamiento de electricidad a largo plazo a un precio menor y consumen energía verde. El documento también revela que el 60% de las compañías se compromete en la reducción del uso de energía, emisiones de carbono y residuos.

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