La Agencia Internacional de al Energía (IEA) apunta a las renovables como instrumento esencial para cumplir con los objetivos climáticos mundiales. En su análisis, ‘Word Energy Outlook 2018′, el organismo concluye que debe existir una preferencia en el sistema por la inversión en tecnologías de energía sostenible. El documento que plantea diferentes posibles futuros para el sistema energético, recoge que los países deben ser mucho más “inteligentes” en la forma en que se utiliza la energía. “Para tener éxito, requerimos de un esfuerzo político y económico global sin precedentes”, destaca el Fatih Birol, director ejecutivo de IEA.

En el trabajo, la agencia deja en manos de los políticos el cumplimiento de estos objetivos porque tendrán una influencia critica en la dirección del futuro sistema energético. “Más del 70% de las inversiones mundiales en energía serán impulsadas por el gobierno: el destino energético del mundo está en las decisiones y políticas tomadas por los gobiernos”, añade Birol. En cuanto a la visión económica, la demanda de energía crecerá en más de un 25% hasta 2040, lo que requerirá de una inversión de más de 2 billones al año en nuevos suministros de energía.

Sobre las renovables, el organismo internacional valora que estas energías se hayan convertido en la tecnología preferida, dado que su expansión conllevará grandes beneficios ambientales. En cifras, la IEA apunta a que en 2040 representen el 40% del sistema eléctrico frente al 25% actual. Para ello, los gobiernos deberán hacer de la flexibilidad su “piedra angular”. “Los países requerirán reformas de mercado, inversiones en la red, así como mejoras en las tecnologías de respuesta a la demanda, como medidores inteligentes y tecnologías de almacenamiento de baterías”, concluye.