Mientras que una niña por el simple hecho de ser niña no pueda acceder a los mismos derechos fundamentales que un niño, no habrá sostenibilidad y progreso para todos. La igualdad de género es el quinto reto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), un propósito prioritario para erradicar la discriminación y violencia que sufren las mujeres en todo el mundo. La igualdad entre los géneros no es solo un derecho humano fundamental, sino la base necesaria para conseguir un mundo pacífico, próspero y sostenible.

Según los datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en la actualidad, 1 de cada 5 mujeres y niñas entre 15 y 49 años de edad afirman haber experimentado violencia física o sexual, o ambas, en manos de sus parejas, en los 12 meses anteriores a ser preguntadas sobre este asunto. Además, 49 países no tienen leyes que protejan a las mujeres por violencia de género, en 18 países, los esposos pueden impedir legalmente que sus esposas trabajen y en 39 países, las hijas y los hijos no tienen los mismos derechos de herencia.

La ONU también destaca que todavía queda mucho por hacer para acabar con prácticas tan nocivas como el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina (MGF). Los datos son escalofriantes: 750 millones de mujeres y niñas se casaron antes de los 18 años y al menos 200 millones de mujeres y niñas en 30 países se sometieron a la mutilación genital femenina (MGF). Entre las metas de la ONU para lograr una igualdad de género real, figura aprobar y fortalecer políticas acertadas y leyes aplicables y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas a todos los niveles.