La llegada del nuevo gobierno ha traído vientos favorables para las energías renovables en España. Esta misma semana, el Ministerio de Transición Energética transmitió que tiene previsto relanzar la celebración de subastas públicas para atraer nuevas inversiones en renovables. El propósito de la ministra Teresa Ribera es acelerar, según recoge El Mundo, el cumplimiento de los objetivos de penetración de tecnologías verdes marcados por la Unión Europea y lograr la capacidad energética necesaria para decir adiós al carbón y las nucleares. El cumplimiento de las metas marcadas por Bruselas para 2030 obligará a España a instalar cerca de 40.000 nuevos megavatios, un 40% adicional, que supondrá un coste que a día de hoy rondará los 35.000 millones de euros.

Este anuncio no es el único que motiva el optimismo del sector. El secretario de Energía, José Domínguez Abascal, dijo en el marco del IV Congreso Eólico Español organizado por la Asociación Empresarial Eólica (Aeeolica) que el Gobierno va hacer todo lo necesario para que haya una regulación y reglas del juego que nos permita ser previsibles para los financiadores, para los técnicos y para el desarrollo tecnológico de las industria renovable. “Es una prioridad establecer un marco “estable y previsible” para el crecimiento del sector renovable”, remarcó Domínguez Abascal, por lo que el Gobierno hará todo lo necesario para que haya una regulación y reglas del juego previsibles para todos los actores que intervienen, concluyó. El secretario de Energía también tuvo palabras para la energía eólica, a la que definió como un “elemento central” en el desarrollo de la energía renovable, según Efeverde.

En otro escenario, en el Congreso de los Diputados la ministra Teresa Ribera adelantó que la Ley contra el Cambio Climático y de Transición Energética estará en agosto. La ministra detalló que la primera versión estará basasa en el trabajo del Ministerio anterior aunque sostuvo que el documento alberga “grande carencias” en algunos aspectos. Sobre este aspecto, en una entrevista con eldiario.es ya avanzó que “prácticamente no hay nada en materia de energía, fiscalidad ni señales orientadoras para que los inversores inviertan bien y no donde no toca. Y son aspectos críticos. Hay otra carencia importante, explicó, “la necesidad de implicar, de proteger, a los colectivos más vulnerables en una transición que ha de ser justa”.

 

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