La sostenibilidad del planeta ha llegado a las agendas políticas para quedarse. Ante la emergencia climática que sufrimos, el último gobierno formado en España ha decidido dar al medio ambiente el sitio que se merece dentro de su organigrama y por primera vez en la historia nacional habrá una “vicepresidencia verde”. La hasta ahora ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ocupara el cargo también como vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra de Reto Demográfico, otra de las grandes prioridades españolas, resolver los problemas de despoblación.
El pasado lunes 13 de enero, la ministra tomaba posesión de su cargo. Durante su intervención, Ribera destacó el peso de las cuestiones ambientales en el estrenado ejecutivo con la vicepresidencia verde, y también, la importancia de la coordinación y el acompañamiento transversal con el resto de políticas. “El refuerzo de la agenda ambiental debe ser el eje de transformación de la economía, la equidad, la justicia, el territorio, la innovación, la industria, el empleo, el futuro de la empresa, o el conocimiento”, resaltó. El futuro, según detalló la vicepresidenta, debe estar marcado por “el equilibrio entre economía, medio ambiente y capital natural, equilibrio también entre las personas, impulsando una transición justa que no deje atrás a nadie, y equilibrio territorial”.
Europa ya ha marcado la hoja de ruta que deberán seguir los países si se quiere cumplir con el propósito de alcanzar la neutralidad climática en 2050. Ribera tendrá que hacer frente a grandes desafíos durante la próxima legislatura si queremos que España no se quede atrás. Entre sus retos figura la electrificación de la economía o el impulso a la energía eólica y fotovoltaica como claves en la transición energética. Ello permitirá una menor dependencia de las importaciones energéticas, ahorro y calidad medio ambiental. Junto a estas medidas, quizás, el mayor desafío será la necesidad de un cambio de conciencia colectiva sobre nuestra forma de consumo en todos los hábitos de nuestra vida.
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