El Gobierno central aprobó ayer el anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos contaminados con el fin de impulsar una economía circular y baja en carbono en España. Entre las novedades que incluye la futura normativa, el Ejecutivo propone un impuesto para los plásticos de un solo uso y la restricción en el mercado de algunos de ellos. Este nuevo impuesto responde a las recomendaciones realizadas por la Comisión Europea. El impuesto especial a los envases de plástico no reutilizable será de carácter indirecto y recaerá sobre la fabricación, importación o adquisición intracomunitaria de envases de plástico no reutilizables que vayan a ser objeto de utilización en el mercado español.

El tipo impositivo será de 0,45 euros por kilogramo de envase. Con esta cifra, se estima una recaudación de cerca de 724 millones de euros. Entre los productos de plástico de un solo uso sujetos a reducción figuran los vasos para bebidas, incluidos tapas y tapones, los recipientes de alimentos. Para estos productos se ha de conseguir en 2026 una reducción del 50% en su comercialización, con respecto a 2022, y en 2030, esa disminución debe ser del 70% también con respecto a 2022. A partir del 1 de enero de 2023, queda prohibida su distribución gratuita, debiéndose cobrar un precio por cada uno de los productos de plástico que se entregue al consumidor, diferenciándolo en el ticket de venta.

Según el anteproyecto, a partir del 3 de julio de 2021, quedaría prohibida la introducción en el mercado de los siguientes productos: bastoncillos de algodón; cubiertos; platos; pajitas y agitadores de bebidas; palitos unidos a globos; recipientes y vasos para alimentos y bebidas hechos de poliestireno expandido, incluidos sus tapas y tapones. Al objeto de reducir el consumo de envases, las administraciones públicas deberán adoptar las medidas necesarias para reducir el consumo de agua embotellada en sus dependencias, entre otras, mediante el fomento de fuentes de agua potable en condiciones que garanticen la higiene y la seguridad alimentaria.

El conjunto normativo busca el impulso a la economía circular. Se trata de gestionar los residuos de forma adecuada, pero también de utilizar esos residuos como recursos para generar otros productos o sustancias favoreciendo así el paso de una economía lineal (producir-consumir-tirar) a una circular donde se apuesta por un sistema respetuoso con el medio ambiente y basado en la prevención, la reutilización, reparación y reciclaje. Este modelo permite extender la vida útil de los productos y dotarlos de una segunda vida, así como la recuperación de materiales.

 

Nota de prensa anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados