Este año será un gran año para la energía eólica en Europa. En el primer semestre, Europa ha instalado 6.100MW, de ellos, 4.800 para eólica terrestre y 1.300 para marina, según un informe de la asociación eólica europea WindEurope.  Los datos muestran el gran impulso de la energía del viento en Europa, recoge en un artículo la Asociación Empresarial Eólica, pero a pesar de la importancia de su crecimiento, ha sido un incremento muy dispar por territorios, dado que sólo la mitad de los países miembros son los responsables de esta evolución positiva. De los 4.800 MW de eólica terrestre que se han instalado, la mayoría se concentran en Alemania, con 2.200 MW; Reino Unido con 1.200 MW; y Francia con 492 MW. En cuanto a los 1.300 MW instalados en eólica offshore, cuatro han sido los países responsables –Alemania, Reino Unido, Bélgica y Finlandia- con 18 proyectos puestos en marcha.

A pesar del liderazgo de España en la última década, nuestro país vuelve a quedarse atrás en el impulso de la energía del viento. España no ha contribuido a añadir megavatios de potencia eólica a Europa en el primer semestre. La esperanza son los 4.600 MW eólicos adjudicados en las subastas de estos dos últimos años para que en diciembre de 2019 todos los proyectos estén funcionando. La instalación de estos parque eólicos supondría inversiones superiores a los 4.500 millones y la creación de entre 25.000 y 30.000 durante el periodo de instalación.

Estas cifras muestran la importancia la energía eólica como motor de economía de un país. De hecho, los 6.100 MW puestos en marcha en el primer semestre en Europa han supuesto unas inversiones de 8.300 millones de euros, de ellos, 5.400 en eólica terrestre y 2.900 para la marina. Más de la mitad de las inversiones se realizaron en Alemania.