Celebramos hoy el Día Mundial Contra el Cambio Climático, una oportunidad que nos invita a la reflexión sobre si hacemos todo lo posible para contribuir a frenar el cambio climático. Es cierto, que desde nuestras pequeñas parcelas vitales no hay mucho margen y nos puede parecer que tampoco pasa nada por no hacer nada, porque no depende de nosotros, pero esto no es así, está en la voluntad de todos, gobiernos y ciudadanos darle una vuelta de 180º grados a nuestros hábitos de producción y consumo para intentar por lo menos desacelerar el ascenso de la temperatura del planeta y todas las consecuencias que ello produciría.

Y os preguntaréis qué podéis hacer. Existen pequeños gestos que pueden contribuir a cuidar del planeta. Puedes apostar por el consumo de electricidad procedente de energías renovables como la eólica y la solar, industrias en las que España es referente mundial. Emplear medios de transporte público o menos contaminantes como la bici o vehículos eléctricos, reducir el consumo y aportar más por el reciclaje y la reutilización; convertirnos en consumidores con juicio crítico para exigir a las empresas a ser responsables; comprar electrodomésticos o bombillas de bajo consumo; cambiar formas de conducir que llevan a mayor gasto energético; comprar productos de comercio local; en definitiva, pequeños gestos diarios que sí son importantes. ­

Otra de las piezas claves es la voluntad política. El mundo tiene de nuevo una oportunidad para reflexionar y acelerar las medidas que se debaten desde hace tiempo. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP26 que acogerá Glasgow desde el próximo 31 de octubre debe servir para que los gobiernos adquieran compromisos vinculantes porque ya el tiempo de todos se ha acabado. El objetivo: mantener el aumento de la temperatura global muy por debajo de los 2 °C y avanzar hacia escenarios climáticos y energéticos que contribuyan a limitarlo a 1,5 °C.